CHAPTER 97: ERIK THE RED

- Que hacemos aquí? – pregunto la joven por tercera vez, ante el silencio de su acompañante, mientras recorrían unas calles desiertas, desoladas
- Te dije guardases silencio – respondio el scorpion, fríamente mientras seguía adelante
- Deberia saber al menos a donde vamos… - continuo ella, volteando los ojos frustrada
- Deberias guardar silencio… - siguió Milo de pronto deteniéndose, frente a lo que parecía un muro largo que apenas se elevaba un poco mas quel mismo – lista?
- Para? – pregunto extrañada la joven, mientras el ateniense daba un salto al aire, para caer detrás de aquella pared

QUE MYSTERIOS ABARCAN DEL OTRO LADO QUE HAGAN QUE MILO APAREZCA TAN SECRETIVO?

La joven se estiraba para sostenerse del borde de aquel muro, esforzándose para luego ascender hasta quedar sentada encima. Su mirada atónita se fijaba a continuación hacia el frente. Aproximadamente diez centinelas marchaban en derredor de lo que parecía un campo de fuerza. Alrededor de estos, piezas de metal, quizá parte de algunos otros centinelas mas, volaban a velocidad lenta en círculos. Aun alrededor de esto, existían unas orbitas similares que se entrecruzaban. Altas torres de metal parecían ser elevadas en lo alto, girando aun alrededor deste escenario. Y, entre los multiples temblores que se sentían, salía de la tierra una enorme serpiente de metal, cuya cabeza parecía ser la de un centinela. Esta ascencia tan alto, casi hasta llegar a aquellas torres, para entonces descender con aquella misma paciencia contra el suelo, entrando y desapareciendo de la vista, para volver a realizar aquel mismo espectáculo, siguiendo el ritual en derredor de todo el escenario.

- Que…es…esto?! – dijo apenas la joven tratando de comprender lo que tenia frente a sus ojos
- Esto es…o fue…lo que ustedes llamaban Genosha – explico Milo apoyado contra la pared
- Y que se supone que esta pasando? – pregunto la joven de nuevo bajando de aquel muro, y quedando al lado del ateniense
- Este es el lugar de entrenamiento de Erik el Rojo – respondio sencillamente el scorpion dando unos pasos hacia el frente – si de veras quieres prepararte para los planes que piensan llevar a cabo…este es tu camino
- Y donde esta el? – pregunto ella de nuevo, sin dejar su estado de sorpresa
- El te encontrara a su debido tiempo – expreso sin mas el dorado, de pronto dando un salto para quedar de pie sobre aquel muro – bueno…suerte!
- Donde vas?! – exclamo la rusa ante el movimiento del extranjero
- Lejos – dijo sin mas, con un tono de burla Milo – yo no necesito entrenamiento. Adios!
- QUE?! – grito en frustración ella incrédula, de pronto sintiendo como se detenia todo
- Te dije que guardaras silencio – con sarcasmo expreso el guardian de la Octava Casa Zodiacal, de pronto dando un salto hacia atrás
- Y ahora… - de pronto surgia aquella enorme serpiente mechanica dentre la nada, mirándola con su rostro de centinela.

Illyana comenzaría a correr en otra dirección, justo a tiempo antes que aquel monstruo de metal descendiera donde justo antes había estado ella de pie. Corriendo por su vida, la joven maldijo el no poder convocar su Soulsword, aun mas al sentir los temblores que ocurrían bajo ella. Estas vibraciones se hacían cada vez mas profundas bajo ella, de pronto haciéndola saltar por la presencia inesperada de aquella serpiente que salio bajo sus pies. Cayendo al suelo, rodo hacia un costado, y continuo corriendo, en diversas formas, evadiendo los pedazos de metal que caian tratando de detener su paso. Por fin, paro al verse rodeada por tres de aquellos centinelas que le cerraban el paso. Cayendo de rodillas grito:

- Donde estas?! – con voz algo temerosa, la joven bajaba su rostro en humillación
- Quien ha venido a enfrentar una muerte segura? – pregunto una voz profunda de la nada
- Solo busco la guía de Erik el Rojo… - exclamo ella levantando su rostro, distinguiendo un punto escarlata a lo lejos que salía en medio de una burbuja…un campo de fuerza
- Expresa tu deseo, chiquilla – expreso un hombre con voz serena, sus ojos llenos de una luz azul, que vestia un traje rojo, y una capa roja que se extendia aun hasta su cabeza, cubriéndole hasta justo la altura de los ojos – mas si llego a ver alguna sola duda en ti…hare que pagues caro el gastar mi tiempo…

QUIEN ES ESTE HOMBRE QUE NO DUDA EN USAR SU FUERZA Y PODER?!