- Apocalypse… - voltea mirando vagamente a Charles Xavier – porque deberia ser el una amenaza?
- Según las antiguas profecias – Profesor X continuaba aun de espaldas a Magneto – Apocaylypse es un ser eterno, que busca la dominacion mundial, siempre esperando el debido momento de chaos
SE IDENTIFICA LA NUEVA AMENAZA! UNIRAN FUERZAS XMEN Y LA HERMANDAD DE MUTANTES?
- Es otro fanatico… tus… xmen… podran acabar con el si aparece de nuevo
- Apocalypse es un ser muy poderoso, Erik – daba media vuelta mirando al hombre de canosa cabellera – sus poderes son vastamente extensos…en otros tiempos fue considerado un dios
- Un dios? – aquella pregunta era acompañada de un tono sarcastico – hablas ya en debilidad, Charles. Para nosotros los mutantes no hay dioses, no entidades superiores…nosotros somos la elite de nuestra evolucion
- Olvidas a caso a Phoenix? – pregunto mirandolo directamente
- Phoenix…
- Si, aquella fuerza sobrenatural que habita en el cuerpo de Jean?
- Oh…si… - menea su cabeza en señal de desaprobación – aquella alumna tuya que en otros tiempos ya nos ha dado otros cuantos dolores de cabeza…
- Y sabes que los merodeadores de Sinister han procurado tener su información genetica…
- Y que tiene que ver esto con Apocalypse?
- No quisieras saber el potencial que desarrollaria si acaso es obtuviese este factor…
Las luces se encendian de a pocos, revelando un pasillo iluminado tenuemente, terminando en un hombre de ropajes azules, con una capa vampiresca de matices rojos y negros que se elevaba tras el. Su mirada roja contrastaba con la palidez de su rostro, y aun el diamante de luz roja sobresalia en su frente. En medio de aquel silencio, unas palabras surgieron de sus labios
- Merodeadores…
- Si señor! – respondieron a una sola voz las siluetas de algunos extraños seres que permanecian escondidos hacia cada costado de aquel pasillo iluminado, sin siquiera acercarse a este, sin distinguirse acaso sus rostros
- Largo tiempo hemos esperado – continuo aquel, su rostro permanecia serio mientras una sonrisa iba alargandose en sus labios – para el regreso de nuestro Gran Señor…y ahora, es un honor para todos nosotros, los de esta era, poder rendirle homenaje al Primero…al Eterno…hijo del Fuego del Mañana…Apocalypse!
Unos pasos fuertes se escucharon lejanamente. El sonido metalico de unas botas pesadas que descendian las gradas anteriores al orador. El silencio se hizo profundo, las luces comenzaron a fallar, mientras el primero se arrodillaba a un lado de aquellos escalones. Al unisono, todos los reunidos hincaron sus rodillas al suelo, mientras la lentitud de sus pasos comenzaba a cesar. Las luces comenzaban a funcionar de nuevo, y frente a aquellas gradas se hallaba un sujeto imponente, de armadura metalica superpuesta, de colores azul-plateados, con una larga capa carmesi que se extendia por detrás del. Su enorme rostro sonreia con arrogancia en medio de su mirada opaca, con voz grave exclamando:
- Bienvenidos… al comienzo de una nueva era…
APOCALYPSE! SERA ESTO EL FINAL DEL MUNDO?