- El extranjero va a derrotar a Apocalypse?! – pregunto asombrado Beast, mirando como el aura dorada de Milo incrementaba cada vez mas
- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!- Milo comenzaba a correr con gran velocidad hacia el Inmortal, para entonces detenerse a escasos metros de distancia y exclamar con fuerza, extendiendo su uña hacia Aquel – SCARLET NEEDLE!
- No tan rapido, extranjero – dijo una voz calmada, haciendo que la tecnica de Milo sea lanzada en otra direccion al teletransportarlo en otro lugar dentro del Plano Astral
- Que?! – Milo, extrañado, redoblaba su brazo viendo como aquel pequeño punto de energia desaparecia tambien con la misma rapidez con la que fue lanzada
SCARLET NEEDLE! QUIEN PUDO HABERLO BLOQUEADO?!
- Te has probado mas peligroso de lo que pensaba, extranjero – dijo aquella misma voz, a la vez que una nueva luz aparece al costado de Apocalypse, transformando una silueta en alguien conocido a los demas xmen
- No lo creo – dijo Beast, reconociendo a aquel hombre
- Mr Sinister! – exclamo Charles Xavier
- Ha sido una habil estratagema – dijo aquel mientras en sus manos aparecia un cetro enorme de energia, y sonriendo con malicia continuo – pero no sera mas!
Golpeando aquel hombre con este hacia delante, clavando aquel cetro en medio de aquel terreno claramente iluminado de blanco. A continuación, todo el lugar comenzaba a temblar como lo habia hecho antes. Las paredes, techos y suelos que habian sido adaptados al Plano Astral, se resquebrajaban, cayendo en forma de cristales que se disipaban como la misma niebla que los habia rodeado en un principio. Todos los espiritus regresaban a sus respectivos cuerpos, y así la normalidad llegaba de nuevo ante la Mansión X
- Señor Apocalypse – dijo aquel hombre de tez gris y un diamante color escarlata en su frente, mirando con desprecio al resto de mutantes – es mejor regresemos.
- Fuiste tu quien desperto a Apocalypse, Sinister? – pregunto Charles Xavier, mirandolo con seriedad
- Te parece raro, Charles Xavier? – pregunto cinicamente aquel que respondia al nombre de Nathaniel Essex – Soy el heraldo del Señor Apocalypse, pues dirijo sus tropas hasta lograr conquistar a toda la humanidad. Y ustedes jamas podran interponerse, xmen!
- Porque Sinister?! – exclamo Profesor X – No sabes lo que el es capaz de hacer con todos, incluido sus aliados?!
- Ha… - Mr Sinister comenzo a caminar hacia el invalido, con mirada jactaciosa – que puedes saber tu de la historia, huh? Acaso no sabias que este fue el plan original de los Marauders, desde que cruzamos nuestros caminos?
- Sinister, es hora de regresar – dijo Apocalypse, mientras miraba hacia una joven de tez purpura y ropajes verdes oscuros que los miraba atentamente atentamente sentada sobre el muro de la Mansión – Blink, vayamonos. He visto suficiente
- Aun no hemos terminado – dijo una voz femenina
- Aun sigues con vida… - volteo Apocalypse hacia aquella joven de cabellos rubios y acento ruso
- No descansare hasta vengar todo lo que has hecho – dijo Illyana, desafiandole con la mirada
- No lo entiendes aun, no? – dijo Mr Sinister, interponiendose entre Apocalypse y ella – muy pronto nada de lo que todos ustedes quieran valdra. Muy pronto…la realidad sera diferente!
- Así es – expreso el Inmortal, mirando a la joven una gran sonrisa llena de sarcasmo – el mundo sera una utopia, un nuevo mundo donde yo sere el Ser Supremo! La Era del Apocalipsis!
ES ESTE EL COMIENZO DEL FIN?!